lunes, septiembre 13, 2010




En el filo de esa esquina donde doblan las cosas
para caerse, el aire emite perfumes.
Lo que late se está secando.
Ella pregunta a los chanchos de qué está echo el polvo
y ellos le dicen, de lo que queda de los huesos
cuando se aprietan contra el asfalto.

El tiempo corroe todas las cosas.


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A mi madre la acechan los buitres

la persiguen por las noches en
los bosques oscuros del sueño, al despertar
cree que nada de eso existía, que eran de mentira
pero los buitres están en las puntas de su cama 

picoteándole los pies le sangran.
La muchacha acude bendita a limpiar la escena.
Cada mañana pan y agua para la heridita.


Con qué velocidad mis ideas se transforman en oro o en barro.

La piedra que machaco intentando quitar tu cara ahí tallada, como una alquimia que produjo mi cuerpo, las líneas se cruzan en tu espalda en tus manos. Las líneas que desconozco, lo que supongo de tu cuerpo. Las líneas que hacia algún lado debí direccionar y te convertí sin darme cuenta en una gran autopista, un camino ancho y rápido, un puente a la nada.

Aquella piedra, con la que hice una gran sopa. La piedra, de la cual saco hoy la espada mágica y golpeo tu idea de mí, mi idea de vos; el cuerpo de la piedra que ya no abres, y no espero mas, soy una cortesana deshilachando la enagua que nadie le quita.

martes, julio 07, 2009




Cuánta alegría!
Bailemos que el agua brilla.
Ésto
es
un fuego.

lunes, mayo 25, 2009

Estiró todos sus dedos para tocarla

adentro. El incendio fue grande.

La muchacha respira bocanadas de helio y

vuela con sus tetas de perlas marinas

por los pasillos de la casa. Hay silencios

en las sombras que la acechan para quitarle

los animales del pelo y dejarla calva

como una olla.

En verdad caperucita siempre buscó al lobo.

Las flores para la abuela eran la excusa para darle ventaja.


Esa agua no es suya, esa boca tampoco, este cuento se acabó hace noches de noches. Las cosas dejan de dolernos cuando les ponemos un fin

así quedó el cielo después
de la tormenta.
AHORA, los peces se apilan en la orilla para
darle de comer, mis animales
se duermen, los manteles
huelen a ella, sus blancos bordes de flores lilas huelen a ella.

Él duda de si Volverá la fiebre pero sale a respirar las esquinas los panes algún fruto.
Ella hace una plegaria antes de comer los lirios,
necesita crear un espacio más vasto
un deseo.
Ser buena no alcanzaba para su espíritu, así que
tomó su cuerpo de ave y le puso diamantes en los dientes y
fuego en la venas, le puso

UN JARDÍN
de elementos celestiales.

martes, marzo 10, 2009

sábado, febrero 21, 2009

Una vez salí corriendo sin importar dónde,
el pozo estaba seco
el aire rompía la distancia con la luz.
Yo secaba con el trapo el mar.
Alguien me gritaba: -No te caigas María! no te caigas!
Pero yo seguía corriendo.
Al llegar a mi casa, el gato había derramado su leche,
mi madre lloraba sobre la fotografía de un hombre.
Supe que debía guardar mi delantal en la cajonera verde,
despegué las figuritas de mi cuaderno,
y me até
con un nudo
el pelo que
se
me
caía.

martes, enero 06, 2009

ASÍ



Capaz desde la flor

desde aquella diminuta ventana

surja algo

cáigase de tu pelo un ala

espejo tu cuerpo

singular simetria

un dedo allá el otro acá

por debajo

entrega dulce de cuerdas.

Para él

ella junto el bosque en su falda

arremangada mostró media pierna,

guardó los frutos como una madre erótica.

Es tu beso

el silencio

mi naturaleza

indefensa

no quisiera oler así.






jueves, julio 31, 2008


MANZANILLAS



Me desperté con la lengua
del ciervo en la oreja.
Es un milagro.
Todo este cielo para mí.
Ya no necesito cajas.
Las tijeras bordan
de manzanillas la tela.
Quién era yo
hace dos días,
hace tres meses?
Cigüeña detenida,
hermana de la noche.
Tu voz madruga el bosque
y me despluma.
Es cierto que lavé los guantes
aquella vez,
apenas te fuiste,
junté las migas de tu pan
y me las llevé a la boca
como el cuerpo de Dios.


Cuando se me cae un diente, él, en su transparencia de hombre santo
me cierra los ojos, acariciándolos, y lleno de entusiasmo
me lo vuelve a colocar con un clavito desinfectado.
Él está lleno de luces por dentro.
Su ser lámpara delira, centellea.